<Ramón Emeterio Betances llegó de París con su diploma de médico y una agenda de revolución política. En 1856 su prioridad fue la lucha contra la epidemia del cólera.>

Por Eugenio Hopgood Dávila
Un día como hoy hace 193 años nació en Cabo Rojo Ramón Emeterio Betances Alacón, justamente conocido como el Padre de la Patria puertorriqueña.
Nuestro deseo de hoy es que el doctor Betances, quien fue un pilar en la lucha contra la epidemia del cólera a mediados del siglo 19, con su ejemplo, inspire e ilumine a los científicos y médicos que dirigen la lucha contra el Covid-19, al doctor Lorenzo González, al Dr David Capó, a los doctores Segundo Rodríguez, (tocayo de Ruiz Belvis, el compañero de luchas de Betances), Juan Carlos Reyes, Marcia Cruz, Cynthia Pérez, Erick Suárez, Guiot, y absolutamente todos los que están colaborando en el liderazgo médico y científico de esta lucha. Que inspire a la gobernadora Wanda Vázquez a mantenerse en línea con las mejores recomendaciones de estos médicos y científicos. Que Betances inspire también y sobre todo a los médicos, enfermeros y enfermeras, técnicos de salud, paramédicos, quienes en este momento arriesgan sus vidas día a día en la primera línea de combate para salvar vidas. También a todas y todos los boricuas y hermanos que residen en nuestra patria, aún víctima del colonialismo, a que generemos el nivel de solidaridad, disciplina, fiscalización y alerta, ecuanimidad de visión y prioridades, que nos ayudarán a superar esta crisis.
Betances, mulato boricua de inteligencia preclara, hijo de padre dominicano y madre boricua, fue el principal líder revolucionario que luchó por la independencia de nuestro país y por la unidad caribeña en una gran Confederación Antillana. Criado en el privilegio, como decimos hoy, de una familia adinerada, también luchó toda la vida por la justicia social y fue el principar líder abolicionista contra el crimen de la esclavitud de los africanos y sus descendientes en Puerto Rico..
De absoluta pertinencia en este momento es el hecho de que fue un sabio de la medicina y reconocido como médico de los pobres. Su regreso de París, tras haberse titulado el año previo como médico-cirujano, coincidió con el azote de la epidemia del cólera morbo en Puerto Rico, que cobró 1,500 vidas en el país entre agosto y septiembre de ese año.. El joven médico (29 años tenía entonces) fundó un hospital en Mayagüez (hoy hospital San Antonio) y se dedicó prioritariamente al combate contra el cólera y a la lucha por salvar vidas.
Mientras presionaba y recomendaba medidas dirigidas a luchar contra la epidemia y en particular para salvar las vidas de los esclavos, los más vulnerables por las condiciones de hacinamiento y falta de higiene en que eran mantenidos, ayudaba a fundar la Sociedad Secreta Abolicionista y luchaba para que esos esclavos que pudiesen sobrevivir a la epidemia, fueran personas libres en un futuro próximo, como de hecho se logró.
En esos “tiempos del cólera”, Betances “se dedicó a atender, junto a otros tres médicos (los únicos de la ciudad), a unos 24,000 residentes de Mayagüez. Junto al Dr. José Francisco Basora alertó y presionó al gobierno municipal para que tomara acciones preventivas como la quema de los cuarteles de esclavos por sus condiciones antihigiénicas y contaminantes. También contribuyó a la creación de un campamento temporal para los esclavos y un cementerio suplementario”.
El Ayuntamiento de Mayagüez reconoció sus esfuerzos y sobre él se destaca en fuentes de la época estas declaraciones:: “No dejó un sólo instante de ser útil al vecindario, sobre todo a la clase menesterosa, prestándole con la mayor actividad y los mejores deseos de acierto, los servicios de su profesión a cualquier hora del día y de la noche, sin atender al grave riesgo a que exponía a su persona con tan continuas fatigas”. Vale notar, que Betances solo exigía remuneración cuando atendía personas acomodadas. De ahí que a Betances se le reconozca como el médico de los pobres.(**Rafael Román, basado en investigaciones de Félix Ojeda Reyes)
“En el ámbito científico, fue médico y cirujano. Dominó la obstetricia, la oftalmología, la urología y la epidemiología, tanto en climas tropicales como templados. Se interesó en la farmacología, el empresarismo médico y en una diversidad de empresas ligadas a la salud. Se le considera como uno de los fundadores de la medicina académica en Puerto Rico” (Cancel Sepúlveda, EPR).
Todo esto hacía Betances mientras conspiraba clandestinamente a veces y públicamente, otras, para derrocar el régimen colonial y fundar un país libre en donde impere la justicia social.
Honremos a Betances hoy y en los días venideros luchando por proteger las vidas de nuestros familiares, amistades y de todo el Pueblo, sobre todos los más vulnerables físicamente ante la pandemia.