¡Abuso del poder judicial! A la cárcel sin juicio por presunto hurto de panas

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<La jueza Lorraine Biaggi Trigo fue quien ordenó su ingreso en prisión>

Getty Images

Por Eugenio Hopgood Dávila

Un hombre de 23 años se encuentra en estos momentos en una celda de una de las cárceles del Complejo Correccional de Bayamón, en donde la vida cotidiana miserable de los presos se ha hecho más difícil y peligrosa aún en estos tiempos de la pandemia del Covid-19.

El “abominable crimen” por el cual el Estado Libre Asociado, sustentado en el poder soberano de los Estados Unidos de América y delegado en el fiscal de Bayamón Peter Cordero acusan al joven bayamonés Julio Ortiz Montañez, es el de haber saltado la verja de una residencia de la urbanización Alturas de Flamboyán en Bayamón y haberse apoderado de unas panas, que según algunas versiones, habían caído del árbol en el patio de los querellantes.

El agente Jorge Maldonado, adscrito al Precinto de Bayamón Norte, tras lograr la hazaña de poner bajo arresto a Ortiz Montañez, “consultó el caso” con el antes mencionado fiscal Cordero, quien “ordenó radicar los cargos correspondientes”, nos dice el parte policial. Una orden del fiscal. ¿Qué hizo el chamaco? -Se metió a robar unas panas..-ah pues tráelo arrestado que le vamos a radicar. 

Así el implacable Torres, quien está acostumbrado a ordenar levantamiento de cadáveres tiroteados a las 4 de la mañana, quien tantas veces ha ponderado los tajos de un muerto descuartizado, y que también ha sabido mirar de frente o de reojo a criminales sanguinarios (y a muchachos asustados) para señalarlos con su dedo acusador, ese fiscal ordena el arresto. Fácil. Sin que el pulso le temblara ni un poco.

No nos dicen si salió corriendo, si era el vecino, si paseaba por ese vecindario en civil desobediencia y Satanás lo tentó con las panas. Tampoco sabemos si iba hambriento, no sabemos si Julio ha estado escaso de comida por el asunto de la cuarentena total de fin de Semana Santa, sin poder ir ni al colmado, si tiene a dos o tres bocas que alimentar en su casa, no lo sabemos pero en estos días es bastante posible, muy posible, e incluso a cualquiera que esté alegadamente hurtando algo de comer, debería haber una presunción, no legal, sino de sentido común y solidaridad elemental, de que la persona necesita la comida y al menos atenuar toda acción penal en su contra. Si acaso dale una citación para de aquí a par de meses y ya veremos. Pero no. Los “cargos correspondientes” podrán haber sido de escalamiento, hurto, tal vez hasta violación de la cuarentena.

Entonces llevan al muchacho ante la jueza, que no sabemos si estaba allí presente,  molesta por que no pudo quedarse en su lindo hogar con sus perritos viendo La Casa de Papel y siendo jueza superior, tiene en medio de la pandemia que meterse en el Tribunal de Bayamón a atender asuntos de fianzas y vistas de causa para arresto, o si de hecho, emitió la orden por videoconferencia desde su linda casa. Lo cierto es que le impuso una fianza de $5,000, probablemente a son de $2,500 por cada pana.

Habría que sospechar entonces que como las cosas no marchan con normalidad en los tribunales en estos días, como en ningún otro lugar, no estaba el fiador o no se pudo bregar con él, no pudieran diferirle la fianza por la Oficina de Asuntos con Antelación al Juicio (OSAJ) el muchacho estaría solo, quizás hasta sin abogado de oficio ni nadie que pudiese saltar como un tigre, y reclamarle a la jueza que atemperara la fianza, o que lo dejara libre sin fianza, ¡Si de todas maneras iba a estar cuarentenado en su casa!

De todas maneras el hecho esencial es que la honorable Biaggi Trigo, quien desde el inicio de siglo ya era juez municipal, que fue renominada  por Luis Fortuño en septiembre de 2012, y que luego del huracán María se le ocurrió dar el salto olímpico a ser jueza de apelaciones, puesto al que no fue recomendada por la Comisión Evaluadora de la Judicatura, pero que habiendo solicitado también como plan B y con mucha humildad subir sólo a jueza superior, y para este puesto sí fue recomendada y sí fue nombrada por el innombrable entonces gobernador (Ricky Rosselló) en el mes de noviembre del 2017, cuando la mayoría de la gente estaba sin luz, mientras que ella, quien seguramente tendrá una nevera enorme que parece un walking closet y que estará repleta de exquisiteces, al resultar que Julio no tenía dinero ni para hacer compra y menos para prestar fianza de 5,000 ni de $500, ordenó su ingreso, le bajó el dedo a Julio como los emperadores y los capos, es decir, te vás para la cárcel Julio, te vas preso, brega con los ñeta, que te sienten en el cubo y cuéntales tu gran crimen de cuarentena, aunque tengas que ir sin mascarilla ni guantes, ellos te comprenderán mejor que yo, pues los robafrutas se condenarán en el infierno porque así lo decreta el poder del blanquitismo, mientras ella, que en otras ocasiones ha tenido que condenar a verdaderos criminales peligrosos, se apunta esta vez una fácil, otro pobre a la cárcel, aunque sea como Julio que posiblemente no mate ni una mosca, se frota un chorro de sanitizer, y se marcha a su linda casa o al sofá italiano de su family room, o su salón de entretenimiento doméstico a ver sus episodios de Tiger King. 

Sería bueno saber cómo le parece esta actuación justiciera, a la madre del joven con autismo, que denunció en 2013 que la entonces jueza municipal, Biaggi Trigo, tan inclemente y férrea en este alegado hurto de panas, no encontró causa en aquella ocasión para enjuiciar a un macharrán, que golpeó salvajemente a su hijo con retraso mental, porque el muchacho tropezó con “la mujel” del macharrán en un centro comercial y el muchacho cayó al suelo y el agresor seguía dándole patadas mientras la madre lloraba y le decía que tenía autismo, que fue sin maldad. Y con todo y tener a la propia madre como testigo, no causa para juicio, en una agresión con agravantes, y si es que  había alguna justificación para tal actuación judicial, no sabemos, tal vez, pero así fue denunciado el caso por la madre del joven y por la Alianza de Autismo de Puerto Rico en 2013 y así fue repudiada por dicha entidad de solidaridad social aquella actuación de la jueza Biaggi Trigo. 

Aquí en toda esta trama hay una verdad más clara que cualquier otro hecho y es que Julio Ortiz Montañez, de 23 años, residente de Bayamón, ser humano, aún si fuera cierto, que no lo sabemos y tendría Peter Cordero que probarlo, que se hubiera apropiado de dos o tres panas en el patio de don Chencho o de doña Chita, no merece estar ahora mismo ni debió estar ni un minuto en una cárcel por tales alegaciones y muchísimo menos en estos tiempos de peligro agrandado por el Covid-19 en todo el país y más en el sistema carcelario. Es inhumano y les debería dar vergüenza a quienes así lo propiciaron y sobre todo a quien impartió la orden de ingreso. #freejulio 

https://www.periodicolaperla.com/preso-por-supuestamente-entrar-a-una-casa-a-robar-panas-en-bayamon/

http://alianzaautismo.blogspot.com/2013/09/alianza-autismo-repudia-decision-jueza.html

https://www.metro.pr/pr/noticias/2020/04/12/preso-supuestamente-entrar-una-casa-robar-panas-bayamon.html