Ramon Puig quien trabaja para un banco en Minneapolis y vive en St. Paul hace dos años tuvo la oportunidad de ver en acción a los policías Derek Chauvin y Tou Thao. Cuenta que reconoció a estos personajes por haberlos visto casi a diario en la parada del tren en la que se bajaba para ir a su trabajo, maltratando a los deambulantes que dormían en la estación.
El acto criminal perpetrado por el policía Derek M. Chauvin y sus tres cómplices contra George Floyd es sustancialmente más grave de lo que han imputado la fiscalía de Minnesota y amerita no sólo cargos estatales de asesinato en primer grado sino cargos federales que conllevan hasta prisión de por vida y pena de muerte.
Changes fue una advertencia cantada por Tupac al mundo, un grito de auxilio del poeta y activista, un rapeo esperanzado que exigía un cambio social urgente, un cese al abuso en contra de los negros.
Trato de dormir y no puedo. Ya no resisto los desvelos. Los hago parte de mi vida. Intentaré dormir virtualmente. Todo es virtual estos días. Mis reuniones de trabajo, las conferencias, los happy hour y hasta los velorios. Mañana estoy invitado a uno del padre de una compañera de trabajo peruana. El padre murió de Corona hace unos días. Tuve el honor de ser el único invitado de la oficina aparte del director. Es a las 6 pm. Antes de eso, tengo un taller virtual de escritura de 1 a 5 de la tarde. Mañana será un domingo virtual. Pronto se me olvidará cómo era el mundo antes. Todo ha cambiado.
Trato de dormir y no puedo. Ya no resisto los desvelos. Los hago parte de mi vida. Intentaré dormir virtualmente. Todo es virtual estos días. Mis reuniones de trabajo, las conferencias, los happy hour y hasta los velorios. Mañana estoy invitado a uno del padre de una compañera de trabajo peruana. El padre murió de Corona hace unos días. Tuve el honor de ser el único invitado de la oficina aparte del director. Es a las 6 pm. Antes de eso, tengo un taller virtual de escritura de 1 a 5 de la tarde. Mañana será un domingo virtual. Pronto se me olvidará cómo era el mundo antes. Todo ha cambiado.
“Que no te coja lo que anda, acere”, fueron las últimas palabras de mi amigo “Totin” al despedirse, haciendo alusión a una frase muy popular en Cuba en estos días. Rumbero por excelencia. Sabio por la calle, no por lo añejo y amigo incondicional. Me llama religiosamente todas la semanas para ver cómo estoy. “Estoy”, le contesto con lo que podría ser una respuesta que no arroja mucha luz sobre mi suerte. Es no estar ni bien ni mal, es no saber cómo se está, es estar en ese limbo pandémico existencial.
Este virus es impredecible y no es de fiar. Hoy en New Jersey hubo más muertes por el virus que en ningún otro día. No es momento de bajar la guardia. A mí nadie me saca de aquí hasta que no me sienta seguro. No importa nada. La vida no puede ser remplazada, los trabajos sí.
Ya perdí la cuenta de los días. Deben ser muchos. Empiezo a desesperarme. Ya hasta el ruido de las cacerolas a las 7 me molesta. Aquí no solo son las cacerolas, son las bocinas, las alarmas y los gritos eufóricos del confinamiento. Ayer salí de noche a comprarme algo. La calle estaba desierta y desolada. Me siento más seguro de noche. Quizás nuestra vulnerabilidad se hace menos visible o las noches son más livianas. Llevo días sin ver noticias. La última vez habían muerto 749 en un día. Decidí no ver más. Llevo semanas sin dormir de corrido
Esta semana el secretario de Salud, Lorenzo González dejó perplejo al País al revelar algunas de las graves deficiencias del sistema de rastreo de contactos que se ha desarrollado en los pasados dos meses en medio de la epidemia del Covid-19.
Wilberto no es el único en esta situación y es que ya se cumplen 40 días desde que comenzó el periodo especial y el Toque de Queda impuesto por la Orden Ejecutiva de la gobernadora Wanda Vázquez Garced y la mayoría de los puertorriqueños no ha podido abrir sus negocios o ir a sus centros de trabajo. Con el encierro, llegó el hambre y la desesperanza.
La ansiedad patronal por reabrir la economía de Puerto Rico es una oportunidad para demandar mejores condiciones para los trabajadores. Debemos estar en récord haciéndolo y dar la pelea. Le corresponde a los líderes sindicales más comprometidos del país hacerlo formalmente.
El “abominable crimen” por el cual el Estado Libre Asociado, sustentado en el poder soberano de los Estados Unidos de América y delegado en el fiscal de Bayamón Peter Cordero acusan al joven bayamonés Julio Ortiz Montañez, es el de haber saltado la verja de una residencia de la urbanización Alturas de Flamboyán en Bayamón y haberse apoderado de unas panas, que según algunas versiones, habían caído del árbol en el patio de los querellantes.
La llegada del Costa Luminosa el 8 de marzo a costas de Puerto Rico y la visita del panameño al Día Internacional de la Salsa ese mismo día, marcan un hito en la propagación del coronavirus en la Isla pues ambos eventos expusieron a miles de puertorriqueños a ser contagiadas por el virus.
A pesar de que el gobierno de Puerto Rico iba encaminado a hacer pruebas mandatorias de Covid-19 a todos los pasajeros que llegasen al aeropuerto Luis Muñoz Marín, y que ya cuenta con una opinión legal de la secretaria de Justicia que lo autoriza, se ha optado por hacer las pruebas solamente de forma voluntaria ante objeciones planteadas por las líneas aéreas.
El secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, dejó establecido que solamente estará tomando en cuenta al equipo médico conocido como “Task Force Médico” para propósitos de la preparación de modelos predictivos sobre la epidemia del Covid-19 pero no se tomará en cuenta las recomendaciones que dicho equipo haga sobre las medidas de cierres y reaperturas de la actividad en el País.
La pintoresca Plaza del Mercado de Mayagüez es una de las plazas que están abiertas al público a pesar de la emergencia causada por el Covid-19. Con menos clientela de la usual, pero con gran variedad de inventario de frutas, vegetales, carnes y otros víveres, los placeros reciben a los mayagüezanos que prefieren ir a la Plaza en vez de hacer la larga fila en un supermercado.
A siete días y medio de iniciada la operación de ofrecer pruebas rápidas de Covid-19 a todos los pasajeros y tripulantes que llegan al país por el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín (LMM) apenas poco más de la mitad acepta a hacerse la prueba y se estima que unas 67 personas infectadas con el virus pudieron haber entrado sin ser detectados, según cálculos de InfoClave a base de los datos provistos por el gobierno.
Trato de dormir y no puedo. Ya no resisto los desvelos. Los hago parte de mi vida. Intentaré dormir virtualmente. Todo es virtual estos días. Mis reuniones de trabajo, las conferencias, los happy hour y hasta los velorios. Mañana estoy invitado a uno del padre de una compañera de trabajo peruana. El padre murió de Corona hace unos días. Tuve el honor de ser el único invitado de la oficina aparte del director. Es a las 6 pm. Antes de eso, tengo un taller virtual de escritura de 1 a 5 de la tarde. Mañana será un domingo virtual. Pronto se me olvidará cómo era el mundo antes. Todo ha cambiado.
Trato de dormir y no puedo. Ya no resisto los desvelos. Los hago parte de mi vida. Intentaré dormir virtualmente. Todo es virtual estos días. Mis reuniones de trabajo, las conferencias, los happy hour y hasta los velorios. Mañana estoy invitado a uno del padre de una compañera de trabajo peruana. El padre murió de Corona hace unos días. Tuve el honor de ser el único invitado de la oficina aparte del director. Es a las 6 pm. Antes de eso, tengo un taller virtual de escritura de 1 a 5 de la tarde. Mañana será un domingo virtual. Pronto se me olvidará cómo era el mundo antes. Todo ha cambiado.
Hoy 26 de abril se conmemora el aniversario 91 de la abolición de la pena de muerte en Puerto Rico. Sin embargo, 32 puertorriqueños y descendientes de boricuas se encuentran al presente en las galeras de la muerte en Estados Unidos luego de haber sido condenados a la pena capital.
“Que no te coja lo que anda, acere”, fueron las últimas palabras de mi amigo “Totin” al despedirse, haciendo alusión a una frase muy popular en Cuba en estos días. Rumbero por excelencia. Sabio por la calle, no por lo añejo y amigo incondicional. Me llama religiosamente todas la semanas para ver cómo estoy. “Estoy”, le contesto con lo que podría ser una respuesta que no arroja mucha luz sobre mi suerte. Es no estar ni bien ni mal, es no saber cómo se está, es estar en ese limbo pandémico existencial.
Una de las poblaciones más vulnerables al coronavirus, la de las personas sin hogar, permanece en Boston, donde se habían reportado al momento de escribirse este reportaje (20 de marzo) 80 casos positivos al COVID-19, prácticamente ajena a la gravedad de la pandemia. Algunos, simplemente, no esperan ya nada de una vida de sufrimientos.
Wilberto no es el único en esta situación y es que ya se cumplen 40 días desde que comenzó el periodo especial y el Toque de Queda impuesto por la Orden Ejecutiva de la gobernadora Wanda Vázquez Garced y la mayoría de los puertorriqueños no ha podido abrir sus negocios o ir a sus centros de trabajo. Con el encierro, llegó el hambre y la desesperanza.
La ansiedad patronal por reabrir la economía de Puerto Rico es una oportunidad para demandar mejores condiciones para los trabajadores. Debemos estar en récord haciéndolo y dar la pelea. Le corresponde a los líderes sindicales más comprometidos del país hacerlo formalmente.
A siete días y medio de iniciada la operación de ofrecer pruebas rápidas de Covid-19 a todos los pasajeros y tripulantes que llegan al país por el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín (LMM) apenas poco más de la mitad acepta a hacerse la prueba y se estima que unas 67 personas infectadas con el virus pudieron haber entrado sin ser detectados, según cálculos de InfoClave a base de los datos provistos por el gobierno.
Este virus es impredecible y no es de fiar. Hoy en New Jersey hubo más muertes por el virus que en ningún otro día. No es momento de bajar la guardia. A mí nadie me saca de aquí hasta que no me sienta seguro. No importa nada. La vida no puede ser remplazada, los trabajos sí.
De los 27 estados de EEUU con tamaño de población más parecido a Puerto Rico, (entre 3 a 10 millones) la Isla es el tercero con menos muertes de Covid-19 por millón de habitantes, de acuerdo a las cifras de Worldometer, el portal de datos estadísticos utilizado por Naciones Unidas, Reino Unido y la Universidad de John Hopkins, entre otros.