<La familia desconfía de la autopsia realizada por la Oficina de Patología Forense del Condado, la cual minimiza la agresión fatal cometida por el agente y sus cómplices>

Por Eugenio Hopgood Dávila
La familia de George Floyd, el hombre negro asesinado por un grupo de policías en Minneapolis, ha contratado a un renombrado patólogo forense Michael Baden para que realice una segunda autopsia, luego de que los hallazgos preliminares anunciados por el médico forense oficial del Condado de Hennepin, descartaran la estrangulación como causa de muerte.
Las declaraciones sobre “hallazgos preliminares” de la Oficina de Patología Forense (Medical Examiner’s Office), incluídos en la denuncia presentada por la Fiscalía contra el policía Derek Chaupin, sostienen que “la autopsia no reveló evidencia física que sustente el diagnóstico de una asfixia traumática o estrangulación“.
Sorprendentemente, el forense da peso como factor contribuyente a la muerte a una alegada intoxicación que ni siquiera se sabía si era real o no, ya que al momento de dicho informe preliminar no se tenía aún el resultado de las pruebas de toxicología.
Chauvin, de 44 años dio muerte a Floyd con ayuda de otros tres agentes al presionarle el cuello con su rodilla por 8 minutos 46 segundos, mientras este se quejaba de que no podía respirar, causándole la muerte sobre el pavimento. Los últimos dos minutos y 53 segundos durante los cuales Chauvin presionó el cuello de Floyd ya este no hablaba ni se movía y uno de los propios agentes intentó tomarle el pulso y ya no tenía, según la denuncia.
El abogado de la familia Floyd, Ben Crump declaró que “ellos (la familia) van a hacer su propia autopsia; no vamos a depender de este Fiscal de Distrito ni de esta Ciudad para que nos digan la verdad. Ya vimos la verdad”. Crump agregó que Floyd “tenía asma, una condición cardíaca, todo eso era irrelevante mientras él vivía, caminaba, respiraba, hablaba perfectamente bien hasta que los policías lo atacaron”.
El destituido agente policial de Minneapolis, Derek Chauvin, quien dio muerte al ciudadano negro George Floyd, causando protestas y amotinamientos en el área de las Ciudades Gemelas y en varias otras urbes de los Estados Unidos, podría enfrentar hasta un máximo de 25 años de prisión, si fuera encontrado culpable por el principal de los dos cargos que le presentó el fiscal del Condado de Hennepin, asesinato no intencional en tercer grado
La fiscalía también le imputa a Chauvin un cargo por el delito de “manslaughter” u homicidio negligente, el cual conlleva hasta 10 años de prisión.
El primer cargo alega que Chauvin le causó la muerte a Floyd, de 46 años, al perpetrar un acto eminentemente peligroso para otros, demostrando una mente depravada y con total menosprecio a la vida de otra persona.
El segundo cargo le imputa haber causado la muerte mediante su negligencia culposa al crear un riesgo irrazonable de ocasionar la muerte o grave daño corporal.
Alegan que Chauvin y Floyd habían sido compañeros de trabajo
Por otra parte, ha surgido un ángulo imprevisto según el cual Floyd y el policía que lo mató habían trabajado como guardias de seguridad de un club de Minneapolis para el mismo tiempo.
Maya Santamaría, ex dueña del club nocturno El Nuevo Rodeo, en la calle Lake, dijo al al telediario de Eyewitness News KSTP una filial de ABC en Minneapolis, que Chauvin había sido un guardia de seguridad privado por 17 años en su club hasta que vendió el local hace algunos meses. Mientras, Floyd había trabajado, en elo mismo horario, prestando seguridad dentro del establecimiento dijo.
Santamaría dijo que era posible que los dos hombres se conocieran pero no podía asegurarlo. Este nuevo ángulo podría ser importante en la pesquisa, sobre todo si se descubre que sí se conocían y si surge evidencia de que haya habido alguna rencilla o malestar por parte de Chauvin, ya que podría fortalecer la teoría de que el ahora ex agente pudiera haber tenido un motivo para maltratar o matar a Chauvin y que una vez lo tenía subyugado en el suelo haya tenido la intención de asesinarlo.
Mientras, las protestas por el asesinato policial racista y los motines continúan en decenas de ciudades de Estados Unidos y ya se han reportado varios muertos y heridos.