
Por Laura Mía González
El Covid-19 llegó a Puerto Rico hace menos de un mes y ya ha trastocado la vida de todos los puertorriqueños. De un día para otro se cerraron los centros educativos, los comercios y la mayoría de las agencias del gobierno. A pesar de que ya se cumplieron dos semanas desde cuarentena obligatoria, nuestra cifra de contagiados confirmados sigue en ascenso exponencial. Hoy se reportan 174 personas contagiadas, lo que representa un aumento de 37% en comparación con el día anterior.
Nuestra cotidianidad está en suspenso y la celebración de la primaria presidencial del Partido Demócrata no es la excepción. La nueva fecha de celebración es el 26 de abril del corriente año y si la situación en Puerto Rico no mejora, es muy probable que sea aplazada nuevamente.
La campaña del candidato presidencial Bernie Sanders se ha transformado al tiempo que sus ideas progresistas son más pertinentes que nunca. Estamos en el escenario y en el tiempo perfecto para probar el caso Sanders: sus propuestas “radicales” y socialdemócratas- $15 dólares la hora, seguro de desempleo, Medicare para Todos, derecho a vivienda segura-es justo lo que necesitamos en momentos de crisis y pandemia.
Los gobiernos de Estados Unidos y de Puerto Rico aprobaron medidas económicas y sociales de corte progresista, sin precedente e impensables hace apenas unos meses, que buscan minimizar el impacto adverso de la pandemia. En menos de un mes se paralizaron las ejecuciones de hipotecas y los desahucios, se suspendieron los pagos de los préstamos estudiantiles, de utilidades y de alquileres públicos, se les dará dinero directamente a las familias y se pagará seguro por desempleo.
Si el Covid-19 ha probado algo es que Bernie Sanders siempre tuvo la razón cuando abogaba por Medicare para Todos mientras denunciaba un sistema de salud trágicamente injusto e inhumano. Sanders siempre tuvo la razón cuando alertaba que un sistema de salud basado en el lucro no estaría preparado para una pandemia como la que vivimos.
Con el cierre de los centros de trabajo, millones de personas perderán su plan de salud. El Departamento del Trabajo de Estados Unidos reporta que más de 3.2 millones de personas han solicitado desempleo en la última semana. En Puerto Rico, las nuevas solicitudes de desempleo superan las 40 mil. La mayoría de estos nuevos desempleados migrarán a los planes de salud del gobierno y otros, sin seguro médico, terminarán con deudas por gastos médicos que nunca podrán pagar.
La ausencia de un sistema de salud eficiente y coherente, e incapaz de responder apropiadamente al coronavirus, es evidencia de la necesidad de un seguro universal, como el que propone Sanders. El Covid-19 ha probado que la salud debe ser reconocida como un derecho y no un privilegio de quienes lo pueden pagar. El sistema de salud no puede quedar en manos de corporaciones con fines de lucro.
A nadie le debe sorprender que temprano en la crisis de Covid-19, Sanders le dio un giro a su campaña para enfocarse en atender la emergencia provocada por la pandemia. Ya son 3.2 millones de dólares los que ha recogido la campaña del Senador para organizaciones sin fines de lucro que coordinan esfuerzos de ayuda para aliviar las necesidades de los trabajadores y de las familias de escasos recursos en momentos en que éstos tratan de hacer frente a la emergencia.
En el Congreso, Sanders es una de las voces más importantes y se ha unido a otros progresistas como Alexandria Ocasio Cortés para levantar bandera roja sobre las intenciones de varias corporaciones que buscan lucrarse del desastre. Para Sanders, la prioridad del paquete de incentivos en respuesta al Covid-19, debe ser asistir a los trabajadores, a las personas de escasos recursos y a las comunidades más vulnerables y no para el rescate de las grandes corporaciones y Wall Street.
El Plan alterno propuesto por Sanders-llamado Respuesta de Emergencia a la Pandemia de Coronavirus (An Emergency Response to the Coronavirus Pandemic), incluye un pago mensual de $2,000 para todas las familias mientras dure la emergencia, garantizará servicio de salud universal para todos y asegurará que todo el cuidado relacionado con el coronavirus sea gratuito, incluyendo la prueba, los tratamientos médicos y la vacuna cuando esté disponible.
El Covid-19 ha puesto al descubierto la dura desigualdad económica y social de la sociedad norteamericana. Cuando salgamos de esta crisis quedará demostrado que el país más rico del mundo sí tiene recursos suficientes para hacer justicia a los desaventajados y para solventar el plan de salud universal Medicare para Todos. Sólo con una inversión pública que atienda las necesidades de la población más pobre, como propone Sanders, se mitigará el sufrimiento provocado por el Covid-19 y se podrá comenzar a construir un nuevo contrato social en el que se asegure a todo ciudadano una vida digna.
La autora es abogada, activista y candidata a delegada de Bernie Sanders en Puerto Rico.